Contacta
Comprar estudios
Accede a la plataforma

Detección temprana de la Discalculia, un trastorno específico del aprendizaje

La discalculia se engloba dentro de los trastornos específicos del aprendizaje. En la etapa de educación infantil se pueden empezar a identificar los primeros indicios, mucho antes de que empiece a dar problemas.

¿Qué es la discalculia?

Es el trastorno que afecta al aprendizaje de los conocimientos aritméticos básicos: adición (suma), sustracción (resta), multiplicación y división, supone un problema a la hora de comprender y realizar cálculos matemáticos. «La discalculia es una dificultad para el aprendizaje de las matemáticas que tiene un origen neurobiológico y que no se debe a problemas de atención, intelectuales o de privación escolar«, nos cuenta Javier García Orza, del Laboratorio de Cognición Numérica, en la Universidad de Málaga.

El estudio de esta dificultad del aprendizaje comenzó a finales del siglo XIX y ha ido adquiriendo diferentes nombres: Síndrome de Gertsman, Acalculia o Trastorno del desarrollo aritmético.

Hay 4 tipos de discalculia, vamos a describir sus principales características:

  • Discalculia primaria: dificultad relacionada con una lesión a nivel neurológico.
  • Discalculia secundaria: asociada a una baja capacidad de razonamiento y orientación espacio–temporal. Se caracteriza por una mala utilización de los símbolos numéricos.
  • Disametrica: dificultad para la resolución de operaciones y problemas.
  • Discalculia espacial: Presentan dificultad para ordenar y estructurar números.

Como vemos en los 4 tipos principales de discalculia pueden verse afectados diferentes tipos de aptitudes o destrezas relacionadas con estos factores y que son muy importantes para el aprendizaje y desarrollo de los niños y las niñas.

Hay niños que tienen dificultades con las matemáticas pero no por ello tienen discalculia.

La incidencia de la discalculia se estima entre el 4 % y el 8 % de la población. Estos datos sugieren que un maestro que tenga 25 alumnos es muy probable que tenga un estudiante en clase con discalculia.

Por lo general las dificultades con el cálculo y la escritura se empiezan a hacer más visibles en educación primaria, donde se suelen realizar la mayoría de las detecciones y diagnósticos.

Pero hay síntomas que hacen posible la detección y prevención un poquito antes, es por ello que para esta y otras dificultades, la plataforma díde empieza a pre-evaluarlos entre los 4 y los 5 años de edad, a través de unos cuestionarios digitales que contestan padres y profesores, ellos son quienes más les conocen, solo hay que activarles la observación para obtener la información necesaria. Dide se encarga de ello. Cuanto antes podamos detectar y prevenir, menores serán las consecuencias así como las adaptaciones necesarias en su aprendizaje, ya que como sabéis, el conocimiento y destrezas adquiridas en los primeros años de vida, es clave.

Los síntomas varían dependiendo de la edad:

En la etapa infantil, ya podemos darnos cuenta de que «el mundo numérico les es relativamente ajeno», explica el experto. Entienden pequeñas cantidades, como mucho el tres o el cuatro, les cuesta contar,  decidir dónde hay más elementos, entender conceptos relacionados con las matemáticas, como «más grande que» «el más pequeño».

Las dificultades continúan en primaria y también en secundaria, que siguen utilizando los dedos para resolver operaciones, olvidan con facilidad conceptos y procedimientos matemáticos, les cuesta aprender las tablas de multiplicar, se equivocan con el dinero y las horas, aunque dominen algunos procedimientos no entienden la lógica que subyace a los mismos.

«A nivel académico, el niño fracasa en matemáticas y huye de las asignaturas relacionadas con este área». Aparece la frustración por las exigencias de la etapa, asocia su incapacidad a que es torpe, sufre, se desmotiva, su autoestima se debilita y abandona otras asignaturas, aunque no tengan que ver con las matemáticas.

Existe un claro paralelismo entre dislexia y discalculia, sin embargo, su origen y sus manifestaciones son diferentes.

 

Cuando un niño tiene dificultad para la lectura, se le pone la etiqueta de disléxico, se le disculpa y se le ofrece programas de intervención y adaptaciones curriculares, no ocurre lo mismo en el caso de niños con dificultades en las matemáticas, en este caso se le pone la etiqueta de torpe y se asume que no da más de sí.  Javier García Orza

 

¿Qué podemos hacer una vez se identifica una dificultad en el aprendizaje de las matemáticas?

Hay muchas maneras de ayudar a un niño/a con dificultad para el aprendizaje de las matemáticas incluso antes del diagnóstico final, discalculia, ya que éste puede tardar más de lo esperado en realizarse por las derivaciones a los profesionales competentes, el trasvase de información entre ellos, etc. El apoyo, la comprensión y hacerles saber que no están solos frente a sus dificultades es vital para su desarrollo y autoestima.

Desde díde  os animamos a concienciar al entorno, tanto a los colegios, institutos y profesores como a las familias. ¡Es posible detectar tempranamente de forma sencilla y prevenir problemas posteriores! Además esta prevención se acompaña con pautas de orientación adaptadas para las personas que conviven con el niño/a.

En general las estrategias y pautas de orientación para abordar la discalculia se dividen en cuatro categorías principales:

  • Facilitar alternativas, adaptando la forma de llegar al conocimiento o adaptando la forma de evaluarlo.
  • Pequeñas modificaciones en las actividades para evitar que el área de dificultad sea el centro de atención de la tarea.
  • Desempeño: trabajar con ejercicios específicos para la mejora del cálculo.
  • Reconocer y reforzar las muchas otras potencialidades y destrezas de los niños/as.

Educar y aprender al mismo tiempo es una de las cosas más gratificantes que pueden suceder. El abanico de posibilidades que ofrecen la educación y la tecnología es infinito, ¡abrámoslo juntas/os!

El imposible no podría haber ocurrido, por lo tanto lo imposible debe ser posible a pesar de las apariencias.

Esta cita es de Agatha Christie (1890–1976), los historiadores piensan que pudo haber tenido dificultades de lectura y escritura. No saben si disgrafía, dislexia o ambas. Sus novelas continúan estando entre los libros más conocidos mundialmente.

 

Detección temprana de dificultades del aprendizaje y desarrollo

mariposa efecto díde
Únete al #efectodide www.educaryaprender.es
Facebook
Twitter
LinkedIn
Email

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *