Panorama Actual 

Estudios recientes en España y a nivel internacional señalan que la diversidad en el aula está en aumento. Según datos del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, el porcentaje de estudiantes de origen extranjero en las aulas ha ido en ascenso en la última década, lo que ha incrementado la multiculturalidad en el entorno educativo. A nivel europeo, un informe de la OCDE destaca que la integración de estudiantes de distintos orígenes y con diferentes necesidades educativas es un reto común, y que existe una creciente concienciación sobre la importancia de fomentar el respeto por las diferencias desde edades tempranas. 

Pero la diversidad en las aulas va más allá de la procedencia o la lengua de los alumnos. La inclusión de estudiantes con diversidad funcional y con necesidades educativas especiales también representa un desafío y una oportunidad para construir una educación equitativa e inclusiva. En este sentido, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU promueve que todas las personas, independientemente de sus capacidades, tengan acceso a una educación de calidad en entornos inclusivos.

La importancia de abordar la diversidad de forma adecuada

Fomentar un entorno escolar inclusivo y respetuoso con la diversidad tiene múltiples beneficios. No solo ayuda a reducir el acoso escolar y el bullying, sino que también contribuye al desarrollo de habilidades sociales, como la empatía, la tolerancia y la capacidad de colaboración. Los estudiantes que crecen en un ambiente que valora y respeta las diferencias aprenden a aceptar distintas perspectivas y a interactuar en una sociedad plural, habilidades esenciales para el futuro.

Un estudio de la American Psychological Association (APA) muestra que los estudiantes en escuelas inclusivas tienen una autoestima más alta y están mejor preparados para entornos multiculturales. Además, los entornos diversos mejoran el rendimiento académico, ya que aportan una variedad de experiencias y puntos de vista que enriquecen el aprendizaje.

Además, entre los efectos positivos de una educación que respete y celebre la diversidad, podemos señalar:

• Mejor Rendimiento Académico

Un estudio de la Universidad de Harvard encontró que los estudiantes en entornos diversos muestran mejoras en el rendimiento académico debido a la exposición a distintas perspectivas y formas de pensamiento, lo cual estimula el desarrollo de habilidades cognitivas avanzadas.

• Habilidades Sociales Mejoradas

La Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound) señala que las escuelas inclusivas ayudan a los estudiantes a desarrollar competencias emocionales como la empatía y el respeto. Estas habilidades sociales son importantes no solo para la vida escolar, sino también para el éxito en la vida adulta y profesional.

• Mayor Autoconfianza y Autoestima

La Asociación Nacional de Psicólogos Escolares de Estados Unidos (NASP) ha reportado que los estudiantes en entornos que celebran la diversidad tienden a experimentar un mayor sentido de pertenencia, lo que incrementa su autoestima y reduce las tasas de absentismo escolar. Los alumnos en estos entornos se sienten aceptados tal y como son, lo que mejora su bienestar emocional.

• Reducción de la Discriminación y del Bullying

El Consejo de Europa destaca que la promoción de la diversidad en las aulas está directamente vinculada a la disminución de actitudes discriminatorias y de acoso escolar. Al fomentar la comprensión y el respeto mutuo desde edades tempranas, los estudiantes aprenden a aceptar y valorar las diferencias, reduciendo así el estigma y la exclusión social.

• Desarrollo de Competencias Globales

En un mundo cada vez más globalizado, tener una educación diversa permite a los estudiantes adquirir habilidades interculturales que serán necesarias en un entorno laboral internacional. La OCDE señala que los estudiantes que han tenido experiencias de aprendizaje en entornos diversos están mejor preparados para el mercado laboral global.

Recomendaciones para fomentar la diversidad en el entorno escolar

Para promover una educación inclusiva, los expertos recomiendan estrategias específicas que pueden aplicar tanto los responsables de centros educativos como los docentes y las familias.

La diversidad en el aula no es solo un reflejo de la realidad actual, sino una oportunidad para formar personas capaces de convivir y cooperar en una sociedad plural. Adoptar una actitud inclusiva y promover una educación respetuosa con las diferencias es una tarea que requiere el esfuerzo conjunto de educadores, familias y responsables educativos. Con políticas adecuadas y una mentalidad abierta, las escuelas pueden ser espacios de convivencia en los que todos los estudiantes, sin excepción, encuentren su lugar. 

Te invitamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar la información sobre la importancia de promover el respecto a la diversidad en las aulas. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.

A nivel internacional, se estima que afecta a alrededor de 1 de cada 160 niños. El TEA no discrimina por género, raza o nivel socioeconómico, y sus manifestaciones pueden variar ampliamente, desde dificultades en la comunicación y la interacción social hasta intereses específicos y comportamientos repetitivos.

Importancia de la Detección Temprana

Identificar signos tempranos de TEA es fundamental para intervenir y proporcionar apoyo adecuado desde una edad inicial. Algunos indicadores a los que se puede prestar atención incluyen:

1. Comunicación y Socialización
   • Falta de contacto visual.
   • Dificultades en la comunicación no verbal.
   • Ausencia de compartir experiencias con otros.
2. Comportamientos Repetitivos
   • Adherencia estricta a rutinas.
   • Intereses obsesivos en temas específicos.
   • Movimientos repetitivos.
3. Desarrollo del Lenguaje
   • Retraso en el habla o dificultades para expresarse.
   • Ecolalia o repetición de palabras.
   • Dificultades en la comprensión del lenguaje.
4. Interacción Social
   • Problemas para relacionarse con otros niños.
   • Falta de empatía tal y como se entiende en los neuronormativos y dificultades para establecer amistades porque falla el entendimiento y la comunicación.
   • Preferencia por jugar solo.
5. Intereses Específicos
   • Enfoque intenso en áreas particulares de interés.

Es importante recordar que cada niño con TEA es único y puede presentar una combinación diferente de síntomas y habilidades.

Recomendaciones para Apoyar a Niños con TEA

• Comunicación Clara y Efectiva: Utilizar un lenguaje visual y concreto, apoyándose en imágenes y tarjetas para facilitar la comunicación si es necesario.
• Establecer Rutinas y Estructura: Crear horarios visuales que proporcionen predictibilidad y estructura en su día a día.
• Fomentar la Interacción Social: Promover el juego compartido y enseñar habilidades sociales básicas.
• Apoyar la Autonomía: Incluir al niño y al joven en tareas cotidianas para desarrollar habilidades de la vida diaria y ayudarlo a regular sus emociones.
• Educación y Sensibilización: Informar a familiares, amigos y entorno sobre las características del TEA para fomentar la empatía y la comprensión.

Recursos Adicionales

Para obtener más información y recursos sobre el TEA, puedes visitar:

• Fundación ConecTEA: https://www.fundacionconectea.org/
• Confederación Autismo España: https://autismo.org.es/
• Federación Española de Autismo: https://fespau.es/

La detección temprana del TEA es crucial para brindar apoyo y atención especializada a los menores desde una edad temprana y ayudarles en su desarrollo para permitirles alcanzar todo su potencial. Te invitamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar la información sobre el trastorno del espectro autista. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.

En España, como en muchos otros países, esta realidad afecta a un número significativo de estudiantes. Según los datos de un estudio de la Universidad Complutense de Madrid realizado en 2020, casi dos estudiantes por clase sufren acoso escolar en España. Las cifras pueden variar según las fuentes, pero todos coinciden en señalar que el problema es más prevalente de lo a priori se pudiera creer. A nivel internacional, la UNESCO estima que uno de cada tres estudiantes ha sufrido acoso en algún momento de su vida escolar.

Identificando el acoso escolar: señales de alerta

Detectar el acoso escolar a tiempo es fundamental para poder intervenir de manera efectiva. Tanto familias como educadores deben estar atentos a las siguientes señales:

• Cambios en el comportamiento: Pérdida de interés en actividades que antes disfrutaban, cambios bruscos de humor, irritabilidad, tristeza, ansiedad o miedo.
• Problemas físicos: Dolores de cabeza frecuentes, dolores de estómago, dificultad para dormir, pérdida o aumento de apetito.
• Aislamiento social: Evitar ir a la escuela, a actividades extraescolares o a reuniones sociales.
• Problemas académicos: Dificultad para concentrarse, bajo rendimiento escolar, falta de motivación.
• Posibles daños físicos: Moretones, cortes, objetos personales dañados.

Gestionando el acoso escolar: un enfoque integral

Cuando se sospecha de una situación de acoso escolar, es fundamental actuar de manera rápida y decidida y, sobre todo, coordinada entre familias, educadores y centros educativos.

Una responsabilidad compartida

El acoso escolar es un problema que va más allá del aula. Afecta a toda la comunidad educativa y, por tanto, requiere una respuesta coordinada de todos los actores involucrados. La colaboración entre familias, educadores y centros educativos es esencial para crear entornos escolares más seguros, inclusivos y saludables, donde todos los estudiantes puedan desarrollarse en plenitud.

Te animamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar la información sobre este tema. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.

¿Por qué es difícil el regreso al colegio?

La rutina escolar supone una estructura diaria y una demanda constante de rendimiento académico, que contrasta significativamente con la libertad y la flexibilidad de las vacaciones. Este cambio brusco puede afectar a los niños en diferentes niveles:

1. Ritmo biológico alterado: Durante las vacaciones, es común que los menores cambien sus horarios de sueño y alimentación, lo que puede dificultar la vuelta a los hábitos saludables cuando comienza el curso.

2. Ansiedad social y académica: El reencuentro con compañeros y profesores, junto con la presión por obtener buenos resultados, puede generar nerviosismo, especialmente en los niños más introvertidos o aquellos que han tenido dificultades académicas en el pasado.

3. Desconexión emocional: Después de un largo periodo de descanso, algunos menores pueden sentir que les cuesta reconectar con el entorno escolar y retomar el hábito de estudiar.

Las dificultades de adaptación en España

Un estudio reciente del Observatorio de la Infancia en España indica que hasta un 20% de los niños experimentan algún tipo de ansiedad o dificultad emocional al volver a la escuela. Este fenómeno es especialmente frecuente en los menores entre 6 y 12 años, un grupo de edad que suele verse más afectado por la presión de la adaptación a nuevas etapas escolares y sociales. Además, los expertos apuntan que la pandemia ha incrementado la vulnerabilidad emocional de muchos estudiantes, lo que agrava el síndrome postvacacional en algunos casos.

¿Cómo pueden ayudar las familias?

Para que la vuelta al colegio sea más llevadera y los niños puedan adaptarse de forma efectiva, los especialistas recomiendan una serie de estrategias que pueden ayudar tanto a padres y madres como a los menores:

1. Restablecer los horarios gradualmente: Ajustar los horarios de sueño y alimentación unos días antes de que comience el curso es fundamental. Dormir entre 8 y 10 horas ayudará a que los niños lleguen descansados y con energía.

2. Fomentar una actitud positiva: Hablar del regreso a la escuela de manera positiva, resaltando los aspectos que más disfrutan (amigos, actividades favoritas), reduce la ansiedad y genera expectativas más agradables.

3. Revisar juntos el material escolar: Preparar la mochila, revisar los libros y organizar el material con antelación les ayudará a sentirse más preparados y confiados.

4. Crear una rutina progresiva: Establecer rutinas en casa que faciliten la adaptación al nuevo ritmo, como un tiempo fijo para el estudio y las actividades extracurriculares, ayuda a los niños a manejar mejor su tiempo.

5. Apoyo emocional: Mantener una actitud comprensiva y abierta a escuchar las preocupaciones de los hijos. A veces, los niños no expresan su ansiedad de forma clara, por lo que es importante estar atentos a las señales no verbales.

6. Practicar ejercicios de relajación: Técnicas como la respiración profunda o el mindfulness pueden ser útiles para manejar el estrés y la ansiedad, especialmente en los días previos al inicio del curso.

¿Cómo pueden ayudar los educadores?

Los educadores juegan un papel fundamental en la adaptación de los menores al nuevo curso. Recogemos aquí algunas estrategias que pueden poner en práctica para facilitar la transición:

1. Creación de un ambiente acogedor: El primer día de clase es clave para establecer un ambiente positivo. Los educadores pueden dar la bienvenida a los estudiantes con actividades que fomenten el diálogo y la cooperación, ayudando a romper el hielo y aliviar la ansiedad social.

2. Flexibilidad inicial: Comprender que los primeros días pueden ser difíciles para muchos estudiantes es esencial. En lugar de entrar de lleno en el temario, los profesores pueden dedicar tiempo a actividades de repaso y adaptación que permitan a los estudiantes ir retomando el ritmo gradualmente.

3. Fomentar la participación: Diseñar dinámicas de grupo y actividades interactivas facilita el aprendizaje y ayuda a los niños a reconectar con sus compañeros y a sentirse parte del grupo.

4. Detección temprana de dificultades: Observar el comportamiento y las emociones de los alumnos en los primeros días de clase puede ayudar a detectar aquellos que están experimentando mayores dificultades de adaptación. Los educadores pueden ofrecer apoyo emocional, derivar a servicios de orientación o comunicarlo a los padres si es necesario.

5. Comunicación fluida con las familias: Mantener un canal de comunicación abierto y frecuente con los padres es clave para ayudar en la transición. Compartir información sobre el comportamiento y progreso del niño en los primeros días puede proporcionar a las familias las herramientas para apoyar mejor desde casa.

En conclusión, el regreso al colegio no tiene por qué ser un proceso difícil si tanto las familias como los educadores toman las medidas adecuadas para facilitar la transición. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.

1.- Efectos del aprendizaje de verano sobre el rendimiento académico de los estudiantes: Un metaanálisis. Autores: Cooper, H., Nye, C., Hedges, L. V., & Borman, G. D.

Este metaanálisis examinó los efectos de 85 estudios sobre la eficacia de los programas de aprendizaje de verano en el rendimiento académico de los estudiantes. Los resultados encontraron que los programas de aprendizaje de verano tienen un efecto positivo y significativo en el rendimiento académico de los estudiantes, especialmente en las áreas de lectura y matemáticas.

Aspectos destacados:

• El efecto positivo del aprendizaje de verano es mayor para los estudiantes de entornos socioeconómicos desfavorecidos.
• Los programas de aprendizaje de verano que son más largos, intensivos y de alta calidad tienen un mayor impacto en el rendimiento de los estudiantes.
• Los programas que se enfocan en la lectura y las matemáticas son más efectivos que aquellos que se enfocan en otras materias.

2.- El impacto de la lectura durante el verano en el vocabulario y la comprensión lectora de los niños. Autores: Kim, D. H., & Hirsh-Pasek, K.

Este estudio investigó el impacto de la lectura durante el verano en el vocabulario y la comprensión lectora de 50 niños de primer grado. Los niños fueron asignados al azar a uno de dos grupos: un grupo de lectura y un grupo de control. El grupo de lectura recibió libros y materiales de lectura para llevar a casa y leer durante las vacaciones de verano. El grupo de control no recibió materiales de lectura.

Aspectos destacados:

• Los niños del grupo de lectura mostraron una mejora significativa en su vocabulario y comprensión lectora al final del verano, en comparación con los niños del grupo de control.
• Los efectos positivos de la lectura durante el verano se mantuvieron hasta el otoño siguiente.
• El estudio sugiere que la lectura durante el verano puede ser una forma efectiva de ayudar a los niños a evitar la pérdida de aprendizaje que suele ocurrir durante las vacaciones.

Son sólo dos de los muchos ejemplos que evidencian que es recomendable encontrar un equilibrio adecuado entre ocio y repaso de conceptos durante el periodo estival, para que tus hijos disfruten al máximo de sus vacaciones mientras consolidan sus aprendizajes y se preparan para el próximo curso escolar. Recogemos aquí las principales recomendaciones que han preparado nuestros expertos.

1. Planificación y organización: la clave del éxito

Establece un horario flexible que incluya tanto tiempo libre como actividades de repaso. Adapta el horario a las necesidades y ritmos de aprendizaje de cada niño, sin sobrecargarlos.

2. El juego como herramienta de aprendizaje

El juego es una actividad esencial en el desarrollo de los niños. Aprovecha las vacaciones para fomentar juegos educativos, de mesa, rompecabezas o actividades al aire libre que estimulen su pensamiento crítico, la creatividad y la resolución de problemas.

3. Lectura: un placer para toda la vida

Inculcar el hábito de la lectura desde pequeños es un regalo invaluable. Dedica un tiempo cada día a la lectura de cuentos, cómics o libros adaptados a la edad de tus hijos.

4. Repaso sin agobios: ¡que sea divertido!

Repasar conceptos básicos de forma lúdica y atractiva es posible. Utiliza juegos educativos online, aplicaciones móviles o crea tus propios materiales de repaso. Recuerda que la clave está en que el aprendizaje sea significativo y motivador.

5. Refuerzo de las matemáticas: ¡a jugar con números!

Existen multitud de juegos y actividades cotidianas que permiten repasar matemáticas de forma divertida. Aprovecha la hora de la comida para calcular las cantidades, jugar a juegos de mesa con números o realizar actividades de estimación y conteo.

6. Aprender idiomas: ¡un viaje sin salir de casa!

Ver películas y series en versión original con subtítulos en español, escuchar música en otros idiomas o leer cuentos infantiles sencillos son algunas ideas para que los niños aprendan idiomas de forma natural y divertida durante las vacaciones.

7. ¡Que no olviden las rutinas!

Es importante mantener algunas rutinas básicas durante las vacaciones, como los horarios de sueño, higiene y comidas. Esto ayudará a los niños a adaptarse mejor a la vuelta al cole y evitará trastornos del sueño y la alimentación.

8. Aprovecha el tiempo en familia

Las vacaciones son una excelente oportunidad para pasar tiempo de calidad en familia. Realizad actividades juntos, como excursiones, juegos al aire libre o visitas a museos.

Es importante que ayudes y acompañes a tus hijos en la búsqueda de ese equilibrio que permita aprovechar al máximo las vacaciones y reforzar sus aprendizajes de forma divertida y eficaz. Te animamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar la información sobre este tema. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.

Un binomio con potencial: La IA y la educación

La Inteligencia Artificial ha irrumpido en el panorama educativo con el objetivo de transformar la forma en que aprendemos y enseñamos. Abre un abanico de posibilidades para personalizar el aprendizaje, automatizar tareas y potenciar el desarrollo de habilidades en los estudiantes. Según un estudio de UNESCO, la IA se está utilizando cada vez más en las escuelas de todo el mundo. El estudio encontró que el 40% de los países ya están utilizando la IA para la enseñanza y el aprendizaje, y que esta cifra se prevé que aumente hasta el 60% en los próximos cinco años.

La guía ofrece recomendaciones específicas para cada etapa educativa, desde la educación preescolar hasta la secundaria, tomando en cuenta las características y necesidades de cada grupo de edad. Aporta, además, una serie de pautas a seguir en el uso de prompts y en el manejo de los tiempos de pantalla de los menores para apoyar a familias, educadores y centros educativos en la implementación de un uso responsable de la IA en la educación.

En opinión de Elena Betés Novoa, CEO de Dide.org: “La Inteligencia Artificial tiene un enorme potencial para transformar la educación y ayudar a que familias, educadores y centros educativos puedan contribuir a que cada menor alcance su máximo potencial, sobre todo, en lo referido a personalización de la educación y al seguimiento del progreso de nuestros menores, pero para que este uso sea seguro y eficaz es importante que la usemos de manera responsable. Esta guía es una herramienta valiosa para ayudar a la comunidad educativa a navegar por este nuevo panorama y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la IA para mejorar el aprendizaje de todos los estudiantes”.

Por su parte, el Dr. Manuel Antonio Fernández, El Neuropediatra, coordinador de la guía, señala que “La IA puede ayudarnos a personalizar el aprendizaje, hacer que la educación sea más atractiva y motivante para los estudiantes, y proporcionar a los docentes nuevas herramientas para evaluar el progreso de sus alumnos. Sin embargo, es importante que seamos conscientes de las limitaciones de la IA y que la usemos siempre en combinación con el juicio y la experiencia de los docentes”.

Recomendaciones personalizadas para la comunidad educativa

Familias, educadores y centros educativos deben asumir un rol activo en el uso responsable de la IA en la educación de los menores. La colaboración entre estos actores clave es fundamental para garantizar experiencias de aprendizaje seguras, efectivas y éticas.

-En el ámbito familiar, la clave reside en la comunicación y el conocimiento. Es fundamental establecer un diálogo abierto con los niños sobre la IA, explicándoles su funcionamiento, beneficios y riesgos. Se deben establecer normas claras y horarios razonables para el uso de dispositivos con IA, buscando un equilibrio entre el tiempo de pantalla y otras actividades.

-Para los educadores, la formación y la integración efectiva de la IA son esenciales. Es necesario que profundicen en el funcionamiento de la IA y su aplicación en el ámbito educativo, explorando recursos y formaciones disponibles. Deben seleccionar herramientas adecuadas que apoyen la personalización del aprendizaje y la automatización de tareas, optimizando el tiempo y la atención a los alumnos.

-En los centros educativos, es necesario establecer una política de uso de la IA clara y detallada, definiendo las herramientas permitidas, las normas de uso y el acceso a las mismas. Brindar formación continua al personal del centro sobre la IA, garantizando que comprendan su funcionamiento, sus beneficios, riesgos y cómo utilizarla de manera efectiva y responsable. Implementar medidas robustas para proteger la privacidad de los datos de los alumnos cuando se use la IA, obteniendo el consentimiento previo de padres o tutores y almacenando la información de forma segura. Evaluar periódicamente el impacto de la IA en el aprendizaje de los alumnos, realizando ajustes necesarios para optimizar su uso y mejorar los resultados educativos. Fomentar la colaboración entre padres, tutores, profesores, alumnos y orientadores para desarrollar e implementar estrategias efectivas para el uso de la IA en la educación. La Guía para el Uso de la Inteligencia Artificial en Educación puede descargarse en el siguiente enlace.

Es por ello que la coordinación entre ellos se convierte en una pieza clave para optimizar el proceso educativo, creando un ecosistema de aprendizaje sólido y enriquecedor. Diversos estudios avalan esta afirmación, remarcando la importancia de esta alianza:

Estudio del Ministerio de Educación y Formación Profesional (2022)

• Título: «Informe 2022: El estado de la educación en España»
• Hallazgos: El estudio revela que las familias que se sienten partícipes del proceso educativo de sus hijos muestran una mayor satisfacción con el sistema educativo en general. Entre los aspectos que más valoran las familias se encuentra la comunicación fluida con el centro educativo, la posibilidad de participar en la toma de decisiones y el apoyo recibido para ayudar a sus hijos en su aprendizaje.

Análisis del Banco Mundial (2019)

• Título: «El aprendizaje temprano: ¿Qué sabemos?»
• Hallazgos: El análisis indica que los programas que involucran activamente a las familias en la vida escolar de sus hijos generan un impacto positivo en su rendimiento académico y bienestar socioemocional. Los programas exitosos se caracterizan por establecer una comunicación bidireccional fluida entre la escuela y el hogar, brindar a las familias oportunidades para participar en el aprendizaje de sus hijos y ofrecer recursos y apoyo para que los padres puedan desempeñar un papel activo en la educación de sus hijos.

Recomendaciones para fortalecer la coordinación

Para lograr que cada menor consiga alcanzar su máximo potencial, centros educativos, educadores y familias deben contribuir activamente. Los expertos de Dide.org, docentes, neuropediatras y psicólogos proponen las siguientes recomendaciones en beneficio de nuestros menores.

Responsables de centros educativos

• Fomentar canales de comunicación bidireccionales: Además de las plataformas digitales, reuniones presenciales y canales telefónicos, se pueden explorar otras vías como redes sociales, aplicaciones móviles o buzones de sugerencias. Es importante garantizar que la información sea accesible para todas las familias, independientemente de su nivel socioeconómico o cultural.
• Promover la participación de las familias: Implementar programas específicos de participación familiar, como talleres para padres, tutorías entre pares o programas de voluntariado. También se pueden organizar eventos sociales para fortalecer la comunidad escolar y fomentar la interacción entre familias y educadores.
• Generar sinergias con la comunidad: Colaborar con organizaciones locales, bibliotecas, centros culturales y otras entidades para ofrecer actividades conjuntas que enriquezcan la experiencia educativa de los estudiantes.

Educadores:

• Establecer contacto con las familias desde el inicio: Enviar una carta de bienvenida al inicio del curso, realizar una reunión inicial con cada familia o crear un video de presentación donde el docente se presente y comparta información sobre su estilo de enseñanza y expectativas para el año.
• Mantener una comunicación fluida y transparente: Utilizar diversos canales de comunicación para mantener informadas a las familias, como libretas de notas, correos electrónicos, llamadas telefónicas o plataformas digitales. Es importante ser proactivo en la comunicación y no solo esperar a tener noticias negativas para compartir.
• Brindar oportunidades para el feedback: Implementar encuestas de satisfacción, organizar reuniones grupales o individuales con las familias para recopilar sus opiniones y sugerencias. Es importante mostrar una actitud abierta y receptiva ante las opiniones de las familias.

Familias:

• Mostrar interés activo en la educación de sus hijos: Además de preguntar sobre su día a día escolar, revisar sus tareas y trabajos, y asistir a reuniones y eventos, las familias deben participar activamente en el aula como voluntarios, ayudar con la organización de actividades extracurriculares o apoyar en la implementación de proyectos de aprendizaje.
• Comunicarse con los educadores de manera regular: No solo esperar a recibir comunicaciones del centro educativo, sino también tomar la iniciativa para contactar a los educadores y expresar cualquier inquietud o pregunta que se tenga sobre el progreso del estudiante.
• Participar activamente en la vida escolar: Asistir a las reuniones de padres, participar en los consejos escolares, colaborar en la organización de eventos o actividades escolares, y ser parte de las asociaciones de padres de familia son algunas de las formas en que las familias pueden participar activamente en la vida escolar de sus hijos.

En definitiva, la coordinación entre centro educativo, educador y familia es un pilar fundamental para el éxito educativo del menor. Al trabajar juntos, contribuyen en la preparación de los estudiantes para afrontar los retos del futuro. Es momento de unir fuerzas, compartir responsabilidades y construir una alianza imbatible en pos de la educación integral de nuestros niños y niñas.

Te animamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar la información sobre este tema. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.

Efectos de la enfermedad en el menor

A pesar de que los datos existentes cambian en función de la consideración variable de la gravedad de la enfermedad, según la Encuesta Nacional de Salud 2020, realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 12,3% de los niños y adolescentes de 0 a 19 años en España vive en hogares con al menos un miembro con una enfermedad crónica. Además, el 6,3% de los niños y adolescentes vive en hogares que tienen como mínimo un miembro con una enfermedad grave o limitante.

A la hora de establecer las posibles repercusiones que la existencia de una enfermedad grave pueden tener sobre el menor, distintos estudios realizados por psiquiatras, psicólogos y pediatras, apuntan que, entre los más comunes, se encuentran: 

• Problemas emocionales: Ansiedad, tristeza, miedo, ira, culpabilidad.
• Dificultades conductuales: Agresividad, aislamiento, cambios en los hábitos de sueño y alimentación.
• Disminución del rendimiento académico: Desconcentración, falta de motivación, dificultades de aprendizaje.
• Problemas físicos: Dolores de cabeza, fatiga, enfermedades somáticas.

Identificando las señales 

Es importante que tanto las familias como los educadores estén atentos a las señales que puedan indicar que un menor está siendo afectado por la enfermedad de un familiar. Estas señales pueden ser sutiles e incluso manifestarse de manera indirecta, por lo que es crucial prestar atención a cualquier cambio en el comportamiento, estado de ánimo o rendimiento académico del menor.

Asimismo, existen algunas recomendaciones que pueden ayudar a familias y educadores a brindar apoyo a los menores que se encuentren en esta situación:

Para las familias

• Comunicación abierta y honesta: Mantener una comunicación abierta y honesta con el menor sobre la enfermedad del familiar, utilizando un lenguaje sencillo y acorde a su edad.
• Expresión de emociones: Brindar un espacio seguro para que los niños puedan expresar sus emociones y sentimientos relacionados con la enfermedad.
• Mantenimiento de rutinas: En la medida de lo posible, mantener las rutinas diarias del niño, ya que esto les proporciona estabilidad y seguridad.
• Tiempo de calidad: Dedicar tiempo de calidad para estar con el niño o la niña para jugar, realizar actividades juntos y brindarles afecto.

Para los educadores

• Sensibilidad y comprensión: Mostrar sensibilidad y comprensión hacia la situación del menor y de su familia.
• Flexibilidad: Ser flexible en cuanto a las necesidades del estudiante, permitiendo adaptaciones en las tareas escolares cuando sea necesario.
• Comunicación con la familia: Mantener una comunicación fluida con la familia para estar informados sobre la situación del estudiante y ofrecer apoyo coordinado.
• Detección temprana: Estar atentos a las señales que puedan indicar que el menor está siendo afectado por la enfermedad de un familiar y derivarlo a los servicios de apoyo emocional o psicológico que ofrezca el centro educativo.
• Recursos de apoyo: Brindar al menor y a la familia información sobre recursos de apoyo emocional y social disponibles.

En conclusión, es fundamental que tanto las familias como los educadores trabajen en conjunto para brindar apoyo integral a los menores que se ven afectados por la existencia de una enfermedad grave en su entorno. Mediante la aplicación de las pautas adecuadas, podemos contribuir a que los menores superen este difícil momento y continúen con su desarrollo emocional, social y académico de una forma favorable. 

Te animamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar la información sobre este tema. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.

La necesidad de una educación integral

Uno de los mensajes principales que se desprendió del encuentro fue la necesidad de una educación integral que vaya más allá de los conocimientos académicos. Javier Urra, Doctor en Psicología y Ciencias de la Salud, director clínico de RECURRA GINSO y primer Defensor del Menor, destacó la importancia de educar en valores como la sensibilidad, el humor, la empatía y la compasión. En este sentido, destacó que debemos «ocuparnos y preocuparnos de cómo afrontan la vida y la sociedad nuestros niños, adolescentes y jóvenes. Debemos analizar qué labor es posible a nivel de formación, de escucha y de comprensión por parte de la escuela. ¿Cuáles son sus problemas? ¿Cuáles son sus retos? ¿Cuáles son sus miedos? y, por supuesto, ¿qué pueden aportar? En la era de la tecnología se trata de hablar de valores, cariño y ternura … en definitiva, de respeto intergeneracional».

Sobre estos aspectos, también incidió Elena Betés Novoa, CEO de Dide.org durante la apertura de la Jornada: «El fracaso escolar es un fracaso compartido como sociedad, con evidentes consecuencias económicas, sociales y familiares. La diversidad educativa es una riqueza, no un problema. Es necesario que las aulas estén preparadas para atender a la diversidad de los alumnos y eso pasa, de forma ineludible, por su identificación temprana. Sólo así podremos lograr que alcancen todo su potencial». Además, Betés ha analizado los principales problemas a los que se enfrenta la Educación utilizando los principales indicadores medidos por la herramienta de Dide.org, destacando que, desde el final de la pandemia, se han observado en los estudiantes un incremento en los problemas de memoria y un aumento significativo de dificultades para el aprendizaje de cálculo o escritura. 

Por su parte, Martín Varela, Subdirector de la Fundación Trilema, ha señalado durante su intervención que “cada estudiante es único y aprende de manera diferente. La escuela es el lugar donde se deben realizar propuestas que favorezcan procesos de personalización permitiendo que cada aprendiz desarrolle su máximo potencial. Para ello es necesario utilizar todos los recursos disponibles en cuanto a organización, propuestas, didácticas, materiales o herramientas tecnológicas, etc…. Todo estudiante tiene derecho a alcanzar la excelencia educativa. Es necesario cambiar nuestra mirada hacia una mirada posibilitadora y no limitante”. Para Martín, la clave reside en conocer bien al alumnado mediante el uso de herramientas tecnológicas. 

Mesa de expertos

En la mesa redonda final, se puso de relieve el papel fundamental de las emociones en el aprendizaje y la importancia de la familia. “El foco se está poniendo en el rendimiento, y no se está trabajando la educación emocional y en valores”, señaló Hilario Blasco, psiquiatra infanto-juvenil y Director Médico de Emooti. “Lo emocional sería la primera asignatura, es la herramienta más importante que tenemos”, ha añadido, por su parte, Nuria Ros, Doctora en Psicología en Dide.org. 

Paola de la Cruz, directora pedagógica de los centros DinoSchool Crianza Respetuosa, se dirigió a los docentes para animarles a ser conscientes de lo que necesitan los alumnos, revisar “cómo les acompañamos”. 

Por su parte, Gonzalo Romero, director de Google for Education en España señaló durante el cierre del encuentro que «la tecnología nos ofrece posibilidades que hace unos años eran inimaginables. Es nuestra responsabilidad aprovecharlas para ayudar a los docentes a personalizar el aprendizaje, a crear entornos de aprendizaje también digitales, seguros e inclusivos, y que promuevan una relación fluida entre todos los miembros de la comunidad educativa. Queremos estar en el debate de la gestión de las pantallas y acompañar a las familias para proteger a los menores”.

Principales conclusiones y propuestas

Los expertos participantes en la jornada coincidieron en señalar la importancia de avanzar hacia un modelo educativo personalizado y adaptado a las necesidades, capacidades y potencial de cada niño o niña. Para ello, es necesario:

• Unirse y comprometerse como comunidad educativa en este objetivo.
• Proteger el bienestar emocional del menor como factor determinante en su desarrollo académico.
• Utilizar la tecnología para personalizar el aprendizaje y adaptar los contenidos a las necesidades de cada alumno.
• Facilitar a los educadores una formación específica para gestionar la diversidad en las aulas.
• Fomentar la colaboración entre docentes para compartir experiencias y buenas prácticas.
• Promover la implicación de las familias en el proceso educativo.

Para profundizar en los detalles de la jornada, puedes acceder al vídeo completo https://youtu.be/lx_p6PPEPF8 

Partamos de que la memoria humana es un proceso cognitivo habitualmente clasificado como básico, pero que por estar mediado por el lenguaje se vuelve complejo o superior. La memoria es mucho más que sencillamente recordar. Tiene que ver con quiénes somos, con nuestra identidad, con las acciones y decisiones que vamos a realizar en el futuro y con la permanencia psicológica de nuestras valoraciones en el presente. Está vinculada prácticamente con todo lo que hacemos de forma consciente o no, desde los aspectos más triviales hasta aquellos más elevados como los de los principios y la ética.

Difícil es encontrar un proceso cognitivo superior que no tenga nada que ver con la memoria, ya sea el aprendizaje, la atención o la motivación. De manera muy genérica la memoria es la capacidad del cerebro para almacenar, retener y recordar experiencias e información y podemos clasificarla atendiendo a diversos criterios:

Tengamos en consideración que la memoria humana, aunque se ha hecho mucho el parangón, no es un ordenador, más bien nuestra memoria es reconstructiva y su dinámica va en la línea de  recordar reconstruyendo los acontecimientos.

¿Hay motivos para estar alerta?

Diversos estudios apuntan a que la era digital podría estar jugando un papel importante. El uso excesivo de dispositivos electrónicos, la inmediatez de la información y la disminución de actividades que estimulan la memoria, como la lectura o la conversación, podrían estar afectando negativamente a las capacidades cognitivas de las nuevas generaciones. También puede darse que existan dificultades de atención, concentración, de lenguaje, necesidad de mejorar hábitos de sueño y de descanso así como de valorar el estado emocional del niño y del joven.

• Estudio de «Nature Human Behaviour» (2021)

Este estudio, realizado por investigadores de la Universidad de California, San Diego, analizó la capacidad de atención de más de 500.000 niños de entre 8 y 13 años en un período de 25 años. Los resultados mostraron una disminución del 5% en la capacidad de atención de los niños en ese período.

Los investigadores sugieren que este fenómeno podría estar relacionado con el aumento del uso de dispositivos electrónicos, ya que estos dispositivos suelen presentar información de forma rápida y fragmentada, lo que dificulta que los niños se concentren en una sola tarea durante un período prolongado de tiempo.

• Informe de UNICEF (2022)

Este informe, titulado «El Estado Mundial de la Infancia 2021», analiza el impacto de la tecnología en la primera infancia. El informe advierte que el uso excesivo de pantallas en niños menores de 5 años puede tener un impacto negativo en el desarrollo del cerebro y las habilidades cognitivas.

El informe cita un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que encontró que los niños que pasan más de 1 hora al día frente a una pantalla tienen un mayor riesgo de problemas de atención, hiperactividad y dificultades de aprendizaje.

Recomendaciones para familias

Es importante recordar que cada niño es diferente y que su desarrollo cognitivo sigue su propio ritmo. Sin embargo, existen algunas recomendaciones generales que las familias pueden seguir para ayudar a los menores a reforzar su memoria.

1. Limitar el tiempo de pantalla

• La Academia Americana de Pediatría (AAP) recomienda no más de 1 hora de pantalla al día para niños mayores de 2 años.
• Es importante establecer horarios específicos para el uso de dispositivos electrónicos y asegurarse de que los niños no usen estos dispositivos antes de acostarse.
• Existen aplicaciones y herramientas que pueden ayudar a los padres a controlar el tiempo que sus hijos pasan frente a las pantallas.

2. Fomentar la lectura

• La lectura estimula la imaginación, el lenguaje y la memoria.
• Se recomienda leer a los niños desde una edad temprana y elegir libros que sean apropiados para su edad e intereses.
• Es importante crear un ambiente tranquilo y acogedor para la lectura y leer con los niños con regularidad.

3. Jugar juegos de memoria

• Existen numerosos juegos tradicionales y online que pueden ayudar a los niños a desarrollar sus habilidades de memoria.
• Algunos ejemplos de juegos de memoria tradicionales son el memory, el parchís y el mus.
• También hay muchos juegos de memoria online que son educativos y divertidos.

4. Practicar actividades que requieran atención y concentración

• Puzzles, manualidades o juegos de mesa.
• Estas actividades ayudan a los pequeños a desarrollar su capacidad de concentración y atención.
• Es importante elegir actividades que sean desafiantes, pero no frustrantes para el niño.

5. Mantener una rutina de sueño regular

• Dormir lo suficiente es esencial para el correcto funcionamiento del cerebro.
• Se recomienda que duerman, al menos, 10 horas por noche.
• Es importante crear una rutina de sueño regular que incluya un horario fijo para acostarse y levantarse.

6. Llevar una dieta sana y equilibrada:

• La alimentación juega un papel fundamental en el desarrollo cognitivo.
• Es importante promover que sigan una dieta rica en frutas, verduras, cereales integrales y proteínas.
• Se debe evitar el consumo excesivo de azúcares refinados y grasas saturadas.

7. Crear un ambiente de aprendizaje positivo:

• Motivar a los niños y celebrar sus logros.
• Es importante crear un ambiente de aprendizaje positivo en el que los niños se sientan cómodos.

Te animamos a escuchar a nuestra Doctora en Psicología, Nuria Ros, en La Tarde con Marina para ampliar la información sobre el tema. En Dide.org somos expertos en detectar potencialidades y dificultades educativas, emocionales y comportamentales de forma temprana para poder intervenir. Puedes acceder a la herramienta de diagnóstico en este enlace.